El dato lo aporta Andrés Badino, experto en el tema y referente de UTORAK, empresa argentina dedicada al diseño e instalación de sistemas de energía renovable. La creciente demanda energética en actividades como la industria, el agro, el comercio y en el hogar hace que el mundo entero busque formas de generar ese recurso de un modo más eficiente y menos contaminante. Para ello se viene trabajando desde hace tiempo, aunque cada vez con más intensidad, en el desarrollo de Energías Renovables.
Energía Renovable. Se trata de aquella energía obtenida de fuentes inagotables o con capacidad de renovación y se basan en la utilización del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal, entre otras. Las ER, caracterizadas por no utilizar combustibles fósiles sino recursos capaces de renovarse ilimitadamente, son clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible destinados a lograr la sostenibilidad del planeta. En ese sentido, cada país y cada región busca potenciar las ER que mejor se puedan desarrollar de acuerdo a las características del lugar.
En el caso de Argentina “la que más está creciendo en el sector residencial es la energía solar. A lo largo y a lo ancho del país, es la más rendidora en términos técnicos para los hogares” señala Badino. Además, destaca “el sol es el combustible ideal para el motor de las renovables en la parte residencial, industria y agro. En segunda instancia, en determinadas locaciones, el viento”.
Energía limpia, económica y segura. El uso de energía solar para producir electricidad, climatizar piletas o generar agua caliente para uso hogareño está creciendo en forma sostenida en el centro y norte del país. En tanto, la energía eólica lo hace en el sur, donde hay mayor prevalencia del viento. En el caso de la solar, es energía que no genera contaminantes ni demanda gastos de mantenimiento. Por eso los especialistas coinciden en destacar que el sol es un excelente recurso para poder satisfacer la demanda residencial. “Hay casas de particulares donde el 70% de su consumo lo abastecen con energía solar. Hay familias que dejan de preocuparse por un corte de luz”, afirma Badino.
Crecimiento constante. Según datos suministrados por quienes se dedican a la instalación de sistemas para captar la energía, en la provincia de Buenos Aires ha crecido enormemente la incorporación de energía renovable en las familias. Además, muchos de los desarrollos urbanísticos en marcha vienen incorporando el uso de energías renovables. “Desde UTORAK, en los últimos dos años hemos duplicado la cantidad de familias a las que estamos asesorando y ayudando a incorporar tecnología para generar su propia energía limpia y eficiente. Estamos hablando de una inversión que se la capitalizará en 20, 25 años de vida útil”, agrega Badino.
El agro y la industria. La empresa UTORAK también trabaja con usuarios industriales y del sector agropecuario. Estas actividades tienen un factor común: el recurso energético es un recurso estratégico. Al ser un recurso estratégico, forma parte de los activos de la empresa. “En UTORAK ayudamos a que la energía siga siendo un recurso estratégico que ayude a la planificación, que el recurso energético no sea una traba sino que sea un canal por el cual el campo y la industria puedan llevar adelante su actividad ahorrando en combustible, haciendo un bien al ambiente, planificando su producción. También colaboramos en la gestión de determinados incentivos fiscales para que la incorporación tenga una devolución económico/financiera” afirma Badino.
Incentivos. En el mundo son muchos los países que llevan adelante iniciativas para incentivar y facilitar la adopción de energías renovables. En esa línea Argentina cuenta con la Ley de Generación Distribuida a la que adhieren varias provincias.
Esa norma establece el Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública que permite que los ciudadanos conectados a la red eléctrica puedan generar energía para su consumo (incluye hogares, PyMEs, industrias, comercios, producción agrícola, entre otros). Además, indica que el excedente de energía generada podrá ser entregada a la red, recibiendo una compensación por ello.
Este tipo de medidas buscan potenciar en forma más eficiente y efectiva la sinergia entre políticas energéticas, políticas productivas y políticas económicas.
Transición. Hay convenios que se llevan adelante entre grandes empresas que mueven la vara en términos de consumo energético. También existen acuerdos como los suscritos a través de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) para 2025 y otros a través de Cero Emisiones Netas de Carbono (NET Zero) hasta 2050, para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Sumado a los acuerdos a nivel macro entre países, en el plano local/particular desempeña un rol esencial la articulación entre empresas como UTORAK y, por ejemplo, arquitectos y desarrolladores inmobiliarios que son uno de los motores de la transición hacia energías renovables. “El estado, las empresas, el agro, las familias y quienes trabajamos en esto estamos generando una sinergia que nos permite ver tasas de incorporación de energías renovables muy superiores a las de años anteriores. Desde UTORAK cada vez trabajamos con más arquitectos, cada vez recibimos más consultas de familias, asesoramos a desarrollos inmobiliarios para impulsar desde el momento cero las energías renovables. Ya no decimos ‘esto es el futuro’ porque es el presente, está pasando hoy. Los distintos actores nos transformamos en agentes de cambio. En 10 años vamos a mirar para atrás y vamos a estar en otra realidad, donde las fuentes de energía renovables, probablemente pesen mucho más en la matriz energética”, concluye el referente de la empresa argentina UTORAK, Andrés Badino.
Nota original >> INFO ARGENTINOS